Sara, después de divorciarse de Raúl, su gran amor, decide dedicarle tiempo al negocio familiar, una cafeteria pequeña pero acogedora en el centro de su pueblo. Ahí además de preparar un café delicioso, Sara crea con sus manos, bellas tazas con formas originales en cerámica.
Su vida es tranquila, a pesar de que en ocasiones le cuesta encontrar el balance entre su familia y el negocio. Aún guarda cierto luto por aquella relación que le dolió perder.
Un día conoce a Ricardo, un chico que llega a la cafetería acompañado de su perro Max, interesado en comprar una colección especial de sus vajillas.
Sara descubre que aquel chico de barba desordenada, es algo más que alguien que entró a su local por casualidad.
Quizás, unas cartas de amor del pasado serán la respuesta.
Una historia que comienza en nuestra esquina.