Spreen le juro a Roier el mundo entero, desde aquella vez que se conocieron en ese server extremo donde la ley era matar o morir, para Spreen su mundo cambio por completo al conocer al bonito beta, Roier se volvió su luz y determinación para poder sobrevivir ante esa guerra campal, mientras que para el mexicano ese alfa de ojos amatistas se volvería su paz y tranquilidad, un hogar al que podía ir. Prometieron reencontrarse y amarse después de salir de ese lugar.
Pero para el beta nunca pensó que al encontrar aquel alfa determinado, valiente y cálido se toparía con alguien totalmente diferente, alguien frio que mostraba indiferencia a donde iba tanto que podía congelar su corazón, ni siquiera dudo un segundo cuando lo ataco con bastante violencia hasta casi matarlo. Quien diría que aquel chico de unos cálidos ojos amatistas que tanto los soñaba con mucho amor, se transformarían en pesadillas y el infierno mismo para sus miedos.
Aunque la realidad era que jamás imagino que otro híbrido de oso seria la salvación de sus temores, el mismo que se quedaría para a proteger su triste corazón herido, Roier pensó que no volvería a sentir la calidez, pero en las manos de Cucurucho.
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