La lujuria y el deseo son pecados carnales los cuales se deben ignorar a toda costa, decía mi padre cada cierto tiempo en su sermón diario en la capilla del pueblo, si se cae en estos pecados Dios os castigará al igual que castigo a Adán y Eva por comer de la manzana.
Crei ciegamente en su palabra, hasta que los conocí, hasta que descubrí que el deseo se sentía bien, que la lujuria era exquisita, pero también descubrí que mi padre tenía razón, el castigo fue demasiado, demasiado dolor durante tantos años, por amar y querer ser correspondida de igual forma, por sentir y experimentar los límites de mi propio deseo.
Y ahora estoy aquí, en un funeral llorando sobre la tumba del hombre al que ame, pero algo extraño paso, algo que me rompió aún más, un aroma, una brisa, un traje negro y unos ojos verdes, un hombre al que lastime, un hombre que me lastimo.
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?