Despertar un día cualquiera puede ser el inicio del peor día de tu vida, “siempre habrán días malos”, pensaba Shindo Takaishi. Cuando tienes 17 años y tus padres te ignoran después de contarles que eres bisexual, sólo te quedan dos alternativas: Llorar... o tratar de mejorar esos días grises. Ese parecía ser otro típico día malo, aunque Shindo no creía que se pudiera poner peor, por atreverse a declarar sus sentimientos por ese chico. —¿Crees que soy una desgracia como ser humano, Tenshi? —Su voz tembló— ¿No lo crees? —hizo una pausa— Deberías… creo que lo soy…