11 Delen Lopende Katsuki Bakugo siempre creyó que tenía el mundo resuelto. Sabía lo que era fuerte, lo que era débil, lo que estaba bien y lo que estaba mal. Y él, sin duda, estaba del lado correcto de las cosas. No tenía paciencia para idiotas, para débiles, y mucho menos para raros que no sabían cuál era su lugar.
Izuku Midoriya encajaba en todas esas categorías. Demasiado amable, demasiado soñador, demasiado... blando. Pero lo peor, lo que realmente lo hacía hervir de rabia, era que nunca se doblegaba. No importaba cuántas veces lo empujara, lo insultara o intentara aplastar esa molesta luz en sus ojos, Deku siempre encontraba la forma de levantarse otra vez.
Lo que Bakugo nunca se imaginó fue que, un día, esa luz sería lo único capaz de atravesar la oscuridad de su propia mente. Que el mismo chico al que despreciaba por todo lo que representaba sería quien pondría en duda cada convicción que creía inquebrantable. Que la línea entre el odio y algo mucho más peligroso, algo que se negaba a nombrar, podía ser tan delgada.
Pero lo era.
Y cuando finalmente lo entendió, ya era demasiado tarde para escapar.