De camino a Ciudad Gerudo, Link resulta gravemente herido como consecuencia del ataque fortuito de una horda de lizalfos. Aislados en pleno desierto, sin apenas provisiones y sin forma de pedir ayuda, Zelda se ve obligada a trasladar al héroe hasta una pequeña caverna abandonada para tratar de salvar su vida. A medida que la salud de Link se deteriora, los indicios del regreso de Ganon se hacen cada vez más evidentes. Una extraña luna carmesí ha empezado a brillar en el cielo, impregnando el aire de cenizas. Y de repente, ese refugio que parecía seguro comienza a llenarse de monstruos.