Estaba pérdida, porque no sabía que hacer, habíamos pasado tanta cosas juntos y que el dijera esas palabras, que todavía invaden mi mente "He estado enamorado de Higurashi desde primer grado"
Que era lo que podía pensar, no sabia lo que haría, debía aceptar que sentía algo por él, que había luchado tantos veces por reprimir esos sentimientos, y al escucharlo todos mis esfuerzos se fueron a la basura, como podía ser, no sabía. Tenia que meditar a cerca de lo que haría.
Simplemente no era normal, me emocionaba, pero si se presentaba esa oportunidad ,y si el finalmente lo había dicho por zafarse, la incertidumbre me mataba.
No quería volver a salir lastimada porque yo lo queria, y era cierto, sabia esconder muy bien mis sentimientos, lo había aprendido de tantas maneras, había sufrido tantos golpes en mi vida que me hicieron fuertes, pero a pesar de eso no podía cambiar mi forma de querer a una persona.
Con esa intensidad...
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.