Laia vive en Camden, un pequeño pueblo del estado de Maine, donde todos se conocen. Empieza su último año de instituto junto a su grupo de amigos antes de marchar a la universidad, donde quiere ejercer de artista y abrir su propia galería. Pero tendrá que lidiar con un pasado doloroso, descubrir lo que oculta el misterioso chico del café y resolver los regalos anónimos que le llegan a su puerta, cada vez con más frecuencia.
¿Acaso todo es lo que parece? ¿Cuáles son las consecuencias de intentar descifrar el misterio?
Tras una gran decepción académica una joven es enviada por sus padres a un pequeño pueblo llamado Daegu para así dejar atrás su vida en la ciudad y comenzar de nuevo trabajando en una pequeña cafetería la cual pertenecía a una vieja amiga de su madre. Una vez allí Ami descubre que se ve envuelta en un mundo lleno de secretos, donde cada taza de café resulta ser amarga, llevándote con cada trago hacia un pasado oscuro y olvidado.
El misterio rodea a Dae, un joven introvertido y aparentemente frágil, cuyo corazón guarda cicatrices invisibles. Sin que él lo sepa, Dae es víctima de su tía, una mujer que, a pesar de no ser del todo mala, ha hecho creer al chico que es incapaz de vivir por sí mismo justificando esto a su trastorno del espectro autista. Cuando Ami llega a la vida de Dae la relación entre ellos, marcada por la paciencia y lazos del pasado, desvelará una historia de amor delicada, la cual liberará a Dae de una realidad de la cual ninguno de los protagonistas estaba preparado para afrontar.
A medida que el tiempo pasa la protagonista descubre que su madre, en su juventud, fue la mejor amiga de la madre de Dae. Y en algún rincón de la memoria, un lazo olvidado entre las dos familias comienza a resurgir, trayendo consigo recuerdos de amor, traición y la lucha por superar el dolor.