Después de un día duro de clases, Thomas vuelve a la residencia Linchester para por fin descansar, pero algo no andaba bien... Coches policiales y una cinta amarilla rodean la entrada de la residencia. Policías, criminólogos, vigilantes del campus, conserjes y periodistas impiden el acceso, mientras que detrás de la cinta, estudiantes y profesores se encuentran asombrados ante las luces rojas y azules que van alumbrando el atardecer. Ruidos, quejas y preguntas, en las que simplemente sirvió una respuesta de uno de los responsables del caso policial para reducir los gritos en un silencio sepulcral - creemos que una compañera vuestra se ha quitado la vida-.All Rights Reserved
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