Los griegos llamaban al destino «ανανκη » (Ananké) y lo consideraban una fuerza superior no solo a los hombres, sino incluso a los mismos dioses.
Clarisse La Rue, la hija de Ares, toda su vida fue una chica dura, que se metía contigo antes de que se te pudiera siquiera ocurrir insultarla.
Lia Brine, hija de Poseidón, es la típica chica sonriente que alegra a la gente con solo entrar a la habitación y que aún así es capaz de derrotar a un ejército.
El destino ya estaba escrito hacía eones, y se cumpliría de manera inesperada, de modo que nadie lo vendría venir.
Hola, soy Sam y estoy enamorada.
Sé que me van a juzgar, quizás más a ella que a mí pero les prometo que todo tiene una explicación.
No les pido que entiendan mi forma de amar, ni mucho menos la de ella, solo déjenme enseñarles porqué esto se llama amor para mí.