El camino de nuestro destino.

Existen muchas carreteras en el mundo, mucha gente que quiere atravesar cada una de ellas, pero solo una autoescuela en la ciudad.

Seamus siempre ha odiado su trabajo, pero gracias a el y a las horas extra en el bar de su amigo, es capaz de mantener una vida estable.

Riley, tras una maravillosa noche de fiesta con su mejor amiga, deciden tomar prestado uno de los coches del señor Mercury por pura diversión.

Pero nadie esperaba que el impacto del coche en la autoescuela a las diez de la mañana requiriera más que un lo siento, que una multa y que un volver a empezar.