Este libro no es un bestseller. Ni una joya de la literatura española.
Este libro, simplemente, guarda una historia de amor.
Una de esas que huelen a canela y tequila. Y a páginas de libro viejo.
Con sabor a mar, aunque lo tenga lejos.
De las que cuando cierras los ojos, de noche, antes de dormir, revives una y otra vez, porque la vives cómo si fuese tuya.
Esta historia es la de Pol y Sara. La de Sara y Pol.
También la mía.
Y si quieres, puede ser la tuya.
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Sara tiene 28 años. Pol 19.
Sara es directora de una empresa. Pol estudia y compagina varios trabajos precarios.
Sara tan formal, Pol tan espontáneo.
Ella bebe café americano, él desayuno leche con cereales.
Ella de familia acomodada, él con un pasado difícil.
Ella con pareja formal desde hace una década. Él con una pareja diferente cada viernes.
Sara, aunque no lo quiera reconocer, está un poco perdida. Pol es una de esas personas vitamina que irradian alegría.
Parecen no tener nada en común. Pero eso no significa que no se vuelvan inseparables. Tanto, que toda la vida de Sara se va a tambalear.
Primera parte de la bilogía.
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Libro inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual.
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.