Desde tiempos ancestrales vates a nuestro planeta, sin dejar si acaso una salida abierta. Puedes llegar enseguida, como puedes demorarte en aparecer, para de todos modos ponernos a desfallecer. Rompes la preciosa danza de la vida, con un toque venenoso en la superficie, para que no quede con vida, ni siquiera un arrecife. Tambièn eres la dama de la crueldad, porque cuando todos estàn en paz con sus vidas, cuando parece que nadie tiene asuntos pendientes, llegas a destrozarnos con tus duros dientes. Nadie sabe de dònde vienes, ni para dònde vas, solo se sabe què haces destrozos por donde quiera que estas. Inevitablemente tu hija es la dulce muerte, a la que has dejado màs de una vez sin un solo diente. Abarcas Hectàreas y horizontes, destruyendo mar y civilizaciones. No tienes amigos, ni aliados, serìa mas fàcil decidir con los dados. Da igual porque siempre estàn a tu favor, dejando a los que quedan, con una profunda desazòn. No tienes derecho a el alma besarnos, despuès de todo tu naciste para destrozarnos y encerrarnos en nuestros dulces lechos. Valga la redundancia el punto de mi aclaraciòn, La dama negra, es la dama de la extinciòn...