'Y allí estaba ella, tan perfecta como siempre, con su cabello negro y una mirada triste, tan fría como el invierno, que a su vez, me sentía cálido a su lado, en sus ojos pasaban millones de emociones y en su mente miles de pensamientos, aunque su mirada siempre lucía pérdida. Logró que me enamoré de ella sin siquiera saber de mi existencia. La amo, como los muñecos de nieve al invierno, porque, ella era mi invierno' Advertencia: Prohibida la adaptación o copia de esta historia, es 100% mía.
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