Un pueblo. Una puta mierda de pueblo, dónde iba obligada y tenía que sentirme aún más sola de lo que ya estaba, sin amigas, sin nadie a mi alrededor, solo yo, aguantando cada maldito segundo de mi vida, aun soportando sentirme sola en la escuela, tenía que estar allí, calladita y obediente, sintiéndome aún más sola de lo que ya estaba. No importaba el bulling que tuviese, yo no importaba nada, solo tenía que obedecer y estar allí. Esta es una de las muchas historias de mi pasado que nadie conoce, y que estoy dispuesta a contar, ¿Sabéis lo que se siente al estar sola? Yo sí, y por mucho que no me gustara, a nadie le importaba y yo seguía sufriendo.