Sus dedos se deslizaron más abajo sobre su trasero, ahuecándolos mientras la levantaba y la alejaba de su polla. -Volveré a representar una versión R21 de nuestra primera reunión-. -¿R21?- Ella se burló, sus labios formando una sonrisa descarada. -¿Cómo qué? ¿Besar?- Sabía que no debería molestarlo demasiado, pero no podía evitarlo. -Besando, ¿eh?- Él tarareó suavemente, hundiendo sus dedos en su piel. -No exactamente.- Sus labios se contrajeron en una sonrisa traviesa. Su lengua se movió a través de sus labios, un rápido y sensual arrastre de músculo rosado que hizo que su centro se apretara deliciosamente. -Te arrancaré las bragas con los dientes -habló- y me masturbaré dibujando círculos en forma de ocho sobre tu clítoris con mi lengua, Vixen.- - En un mundo donde existen almas gemelas y las personas reciben sus lazos del alma cuando cumplen 20 años... - Sueños húmedos. Aunque técnicamente son una parte normal y saludable de la vida, los sueños húmedos no son la norma para Amber, de 19 años. No debería soñar con hombres que no conoce, y mucho menos con las siete estrellas pop masculinas de la mundialmente famosa banda de chicos IDOL. En unos días, recibirá un vínculo del alma que debería ser su boleto de ida a los brazos de su alma gemela, el amor destinado de su vida. Y definitivamente no es una buena idea seguir anhelando a un grupo de hombres cuando debería estar prestando atención a su compañero predestinado. ¿Verdad? En un último intento por deshacerse de su enamoramiento, Amber decide asistir a su concierto el día de su cumpleaños. Es su manera de despedirse de la gente de su obsesión. Su forma de convencerse de que nunca más los volvería a ver, y eso es para bien. Ella no espera cambiar de cuerpo con el ídolo en el escenario, minutos después de cumplir 20 años, ni tampoco espera encontrar que todos los miembros de la banda de chicos sean sus almas gemelas. Los siete de ellos.