Takemichi no conocía lo que era tener amigos ni un hogar, lo que conocía mejor que nada era el arte de huir sin dejar rastro. La mayor parte de su vida no había permanecido por más de 5 meses en el mismo lugar, había conocido varios países de Europa y unos cuántos de América. Creía que la mayor parte de su vida se trataría de huir y que moriría solo pero nunca esperó que al llegar a la universidad las cosas cambiarían y encontraría una razón para no huir más.