Dicen que las promesas son lazos que atan irremediablemente, ¿verdad? Ellos descubrieron un significado distinto, único... Un golpe de mala fortuna fue suficiente para que los recuerdos más queridos se desvanecieran como neblina al amanecer, como agua que se escurre entre los dedos o humo que se desvanece con el viento. Sin embargo, desconocían que el destino les reservaría una segunda oportunidad para redimirse y reconstruir cada momento, comenzando desde su amistad perdida. Ambos anhelaban encontrar un lugar donde sus sueños pudieran alzar el vuelo y cumplir la promesa de años atrás. Finalmente, lo encontraron... uno al lado del otro. "Así que cuando tus lágrimas caigan por tu almohada como un río: estaré ahí para ti. Pero tú también tienes que estar para mí".