Un Omega rubio, de ojos rojos, estaba arto, su última conquista había sido un total fracaso, aunque no podía decir mucho del resto, todos los alfas eran iguales. desde que comenzó en el mundo del modelaje y la actuacion, varios alfas se le habían acercado, tratando de ignorar su carácter de "mierda" como lo llama su madre. Pero siempre era lo mismo, lo buscaban por el dinero, la fama y "una buena anécdota", agradecía jamás haberle abierto sus piernas a ningún imbécil, ya con 22 años y artos de las relaciones, estaba pensando seriamente en ya no intentarlo, pero su mejor amigo un peli-rojo teñido le rogó intentarlo una vez más, con un alfa que según palabras del peli-rojo estaba para morirse y que seguramente sería la excepción a toda regla. No tenía nada que perder en este punto, así que una vez más no le haría daño. Y maldición, fue su mejor puta decisión en la vida.