Amor y Odio / La historia del Imperio de La Mano 1

Yalia disfruta de una vida cómoda, monótona y repleta de placeres, lo que le ha convertido en una completa inútil, eso sí, con un mordaz humor. Ser la portadora de la sangre de Ea y la Hereda al Imperio Bendecido de La Mano es lo que tiene. Además, solo toma el ejemplo de su divino Padre, Enzor II, que de divino solo tiene su apetito sexual y alcohólico.
No obstante, y aunque los augurios del Día de los Presagios eran favorables, la sangre mancha el agua de la Fuente del Primer Día.
Y el mundo entero se tambalea.
Las últimas palabras de su madrastra antes de morir le hablan de una magia denominada amoromancia, que convierte a los enamorados en meros títeres. Le insta a buscar respuestas en Edén, un lugar que solo conocen las Únicas, la logia de mujeres más sabias del mundo.
No obstante, quienes hasta hace unos días ejercían una falsa devoción hacia ella, mostrarán su verdadero rostro con la debacle de Marjaz, la capital del imperio.
En el otro extremo del mundo, nace un niño sin pelo y pálido como la leche al que tienen que salvar de su padre, rey de Terranova, quien no esperó ni a su primer llanto para intentar matarlo.
De no ser por la intervención elocuente de la vieja matrona, que se valió de las antiguas supersticiones del alumbramiento de sangre real, a las que agregó falso condimento, lograron que el recién nacido viviera. Aunque vivir quedaba muy lejos de la vida que tuvo.
Destetado de su madre, amamantado por una vulgar ramera, pasó los primeros años de su existencia en las sombras del calabozo del castillo. En una celda infestada de moho, habitada por ratas y cucarachas, impregnada de humedad rancia y sin ver la luz del sol, su piel se tornó más blanquecina y sus enormes ojos negros se volvieron más débiles...

AVISO DE CONTENIDO SENSIBLE Y EXPLÍCITO
Atención: puede contener datos relevantes de la trama (SPOILERS):
HOMOFOBIA, VIOLACIONES, TORTURA, TRASTORNOS MENTALES, GORE, SANGRE, SUICIDIO, INCESTO, CRUELDAD EXTREMA.