Los tiempos del destino son perfectos. Nada sucede por casualidad y nada sucede si no debe suceder. Eso estaba aprendiendo Aonung con la nueva familia que había llegado a su clan. En especial por una muchacha con ojos amarillos semejantes al sol. "Desde siempre nos estuvimos esperando. Llegaste, me mostraste el sendero y te seguí, te seguiré adonde sea. Si entregarte mi corazón funciona, lo haré, también entrego todo mi amor junto a él. Te entregaré mi vida si es necesario y aún tengo más por darte..." Aonung x lectora Esta no es mi creación original, es sólo un fanfic inspirado en Avatar.