Clarissa Gilbert tenía una vida común y corriente o...eso pensaba hasta que su alma gemela llega a Mystic Falls en busca de su hermana para sacrificarla en un ritual. Klaus Mikaelson amaba que la gente temblara al escuchar su novio, pero lo que más amaba era que aquella chiquilla de tan solo diecisiete años le recordara lo mucho que lo amaba