Era el carpintero más conocido de la ciudad; agradable, sociable, muy trabajador y poco avaro. Paco era increíblemente meticuloso y jamás le faltaba el trabajo. Vivía solo en una casa en cuya planta baja tenía el taller y una pequeña oficina. Era realmente agradable y ayudaba a los demás siempre que podía sin pedir ni esperar nada a cambio. Muy inteligente, alegre y predispuesto; así era Paco... Pero no todo era tan perfecto, pues él tenía un secreto; uno oscuro, terrible y atroz. Un secreto que hacía mucho que guardaba y que esperaba seguir preservando mucho más; algo extremadamente grande que no debía salir jamás de su mente y las cuatro paredes que componían su solitario hogar.