Nada como una pequeña rivalidad entre científicos para llevar el amor al siguiente nivel.
Ginny, Luna y Hermione son amigas primero, científicas siempre. Aunque sus campos de estudio los lleven a diferentes rincones del mundo, todas pueden estar de acuerdo en esta verdad universal: cuando se trata de amor y ciencia, los opuestos se atraen y los rivales te hacen arder...
Lógicamente, Luna sabe que los ingenieros civiles deben construir puentes. Sin embargo, como mujer de STEM, también entiende que las variables pueden cambiar, y cuando estás atrapada durante horas en un pequeño ascensor de Nueva York con el hombre que te rompió el corazón, te ganas el derecho de quemar ese puente musculoso y rubio hasta los cimientos. Neville puede disculparse todo lo que quiera, pero para citar a su líder rebelde, preferiría besar a un wookiee.
Ni siquiera el más sofisticado de los rituales supersticiosos de Luna podría haber predicho una reunión tan desastrosa. Pero mientras se niega a reconocer el canto de sirena de los antebrazos de acero de Neville o la forma en que su voz se suaviza cuando le ofrece su suéter, Luna no puede evitar preguntarse si podría haber más capas en su némesis de corazón frío de las que se ven a simple vista. Tal vez, posiblemente, incluso los puentes quemados todavía se pueden cruzar...
Donde el corredor argentino, conocido por su facilidad para chamuyar, cae ante una chica Ferrari
Donde Julieta, sin querer, cae ante el argentino chamuyero