Encontrarte al mismísimo diablo ya es tener mala suerte, pero meterte en su casa y trabajar para él es otra cosa bien distinta. Tras ver algo que no debía, Bakugou tiene que aceptar un trato con Midoriya, un hombre cuyas manos están limpias de todo menos de sangre. Nota de la autora - (DekuBaku/BakuDeku) Imagen de @SakurArtWebs (instagram) 🧡💚