Era un nuevo ciclo escolar; el último grado, y ciertamente no esperaba que se llegara a complicar tanto.
Día a día era lo mismo, la misma rutina aburrida de siempre y a la cual estaba sometido. Pasar tiempo con sus amigos le ayudaba a sobrellevarlo, pero aun así en ocasiones no parecía ser suficiente.
De todos modos quizá era lo indicado; todo lo que México quería era estudiar y prepararse para su examen de admisión al final del ciclo. No estaba dispuesto a tolerar distracciones ni a perder el tiempo con situaciones sin importancia.
Sin embargo, todo cambia para él cuando inesperadamente comienza a recibir señales de personas que desean conocerlo y que harán todo a su alcance para llamar su atención también, pero poco a poco la situación se vuelve estresante y ya no sabe cómo lidiar con ella.
Lo único que lo mantiene cuerdo es que, cada día, tras finalizar las clases y asistir a su curso, puede sentarse un rato, y mientras el maestro habla y nadie parece prestar atención, su mirada viaja por todo el salón hasta encontrarse con aquellos serios pero encantadores ojos azules que ya lo observaban desde antes.
Cuando él lo miraba todo parecía ir más lento, ...aun sabiendo que les quedaba poco tiempo.
#1 austria--- 19/01/24
#1 usamex--- 20/03/24
#3 canmex--- 19/05/24