Aiden nunca pudo perdonar a James. No era alguien que olvidara una traición, mucho menos que la justificara. Para él, la lealtad era inquebrantable.
Se enamoró de la persona equivocada, lo supo demasiado tarde. Le gustó, se ilusionó... y terminó destrozado. No pensaba perdonarlo, no podía. Su orgullo no se lo permitiría. Pero cada vez que lo rechazaba, cada vez que su desprecio tomaba forma en palabras hirientes, gritos o miradas llenas de rabia, algo dentro de él se rompía un poco más.
Y por las noches, cuando la soledad lo envolvía, el dolor se filtraba en lágrimas silenciosas sobre su almohada. No podía más. Su ego no lo dejaba rendirse, no le permitía claudicar...
No podemos asegurarlo, pero quizás, solo quizás, fue ese mismo ego el que lo llevó a esta cruda realidad.
→Personajes pertenecientes a Odd Nations Cartoons.
•One-Shot.
•Reescrita.