Más allá del Cielo

Las personas piensan que al morir encontrarán la paz. Que todos sus pesares desaparecerán y sólo tendrán que preocuparse por disfrutar del paraíso. Que sólo basta con ser bueno en la tierra para ganarte el cielo.

Pero están equivocados.

No saben que lo que hacen en vida es sólo el primer tramo de un camino algo peculiar, y que lo que verdaderamente decide su destino sucede después de la muerte.

Ni en sus más locos sueños imaginan cómo sucede todo realmente.

Tampoco imaginan que una vez en el más allá la causa de muerte será olvidada.

Al menos, eso es lo que está pasando conmigo.

No recuerdo cómo morí. Mis recuerdos de ese día sólo llegan hasta cierto punto, y aunque tal vez no sea tan importante para muchos recordarlo, para mí lo es. Sobre todo después de descubrir un detalle sobre mi muerte que me deja helada en el momento en el que todo se decide; el momento en que sabré si pasaré la eternidad en el cielo o el infierno.

Pero no puedo cruzar la línea sin saber que pasó. Tengo que descubrirlo antes de que sea demasiado tarde y las puertas de mi destino se sellen para siempre.