“(...) No quiero que llegues a casa y te sientas culpable de todo esto. Recuerda la primera vez que me salvaste, la satisfacción que sentiste al haberme rescatado, la veces que sonreí y supe que la felicidad existía y la había encontrado en ti. (...) Cuídate y nunca te dejes caer. Te amo Liam. Te amo.