-Ya sé a quien mandar a decapitar una vez sea la Reina, prometo matarte con mis propias manos, Jimin- escupió Minjeong, mientras el filo de la espada de Jimin cortaba levemente su cuello.
-Descuida, princesa, te cortaré la cabeza antes de que puedan ponerte la corona- advirtió Jimin, empujando lejos a la rubia irritante.
Minjeong vió odio en alguien que se suponía que era incapaz de sentir tal emoción. .
Jimin vió amor en quién no lo podía demostrar.
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-¿Estás segura de que es lo correcto? Yizhou, después de hoy no habrá vuelta atrás- Aeri miraba con preocupación la flecha que estaba por disparar.
-¿Confías en mí?- suavizó Yizhou.
-¡Claro que sí!-
-Entonces sigueme. Tu confía, yo controlo-
Aeri cerró los ojos, esperando el mejor resultado. Confiaba en que al lado de Yizhou seguro resultaría. Y aún sino, pues bien, seguir normas tampoco era lo suyo.
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Diferentes historias en un mundo condenado y reducido a una fracción por culpa del caos. Los humanos lograron imponerse como dominantes y resguardarse trás una barrera que los separaba del caos, los monstruos y la muerte que merodeaba a las afueras.
La humanidad tenía en contra a la tierra misma. Y habían verdades que necesitaban ver la luz.
Jimin, una huérfana que no recuerda su pasado. Minjeong, una princesa y guerrera del más noble origen. Yizhou, expulsada de su hogar porque sus propios padres le temían. Aeri, quién dejó la comodidad de su hogar, haciendo a un lado su título.
Se sumarán al tumulto de participantes que posiblemente no regresen de aquel tonto juego.
-Pe-perdón , no era mi intención solo tropecé- dije como pude , los nervios me ganan.
- No pasa nada tranquila- diciendo esto nos miramos y nuestras narices quedaron juntas nuevamente , tragué saliva ,la miré a los ojos y vi que me estaba mirando los labios y yo no pude evitar mirar los suyos. Sentí como apretaba mi cintura y como yo me erizaba ante su agarre. Nos acercamos más, Dios... nos vamos a besar o que ?!