Reo Mikage se encontraba en un gran dilema, por una parte admitía que gracias al tiempo y momentos compartidos con su amigo Nagi había desarrollado sentimientos algo fuertes que ya no eran denominados como amistad; por otro lado se encontraba en una situación difícil: No quería confesarse a su amigo, no lo haría, no lo perdería por algo patético como sus sentimientos hacia él no quería que lo volviera a dejar, así que solo podía sentarse y pensar para si mismo cómo surgió todo, cómo nacieron estos sentimientos.
- Recordar cómo conocí a Nagi Seishiro, el día en el que caí ante sus grandiosas habilidades en el fútbol, el día que encontré a mi tesoro, ese día que descubrí un talento, un elegido. Vaya, creo que admiro más Nagi de lo que pensé. Está claro que se que es lo que realmente siento por él pero jamás se lo diría. Si lo hiciese se alejaría de mí para siempre, no quiero eso.
Por otro lado Nagi Seishiro también se cuestionaba cual era el lugar que ocupaba Reo en su vida, cuando se separaron se dió cuenta de lo vital que era este para él, e incluso llegó a experimentar algo parecido al estrés de no tenerlo a su lado, jamás se había tomado la molestia de pensar en esas cosas, era problemático, lo problemático no va con él. Prefiere tomarse todo a la ligera pero aún así, por Reo, se tomaría la molestia.
-¿Será que Reo es más vital para mí de lo que pensé? ¿O simplemente lo extrañé demasiado cuando nos separamos? Que problemático.
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.