DEL ODIO AL AMOR

Alexander Medina ha ido por la vida con la cabeza en alto, el ego en el cielo y el resentimiento destilando por los poros, ya no es un niño al cual pueden dañar a su antojo, se ha protegido en el caparazón que su padre le ha dado y es lo único bueno y rescatable que sacó con la aparición del susodicho.

Es consciente de que todo en esta vida se paga, pero el odio hacia las personas que le hicieron daño a su madre le nubla los pensamientos y pretende ser él mismo quien los haga pagar; tiene a los Hemmings en su radar, desde que los conoció a todos desde lejos supo quién sería quien se llevaría el golpe mortal.

Jenniffer Kim Hemmings, la presa, el nuevo juguete.

Ansiaba ver cómo se desmoronaría poco a poco hundiendo a su familia con ella, no era extraño, a leguas se notaba que era ella el pilar en esa casa, la adoración de todos; la niña buena y bien portada sería jodida en todos los sentidos frente a los ojos de los hombres que tanto la protegen y él soñaba con reír en sus caras cuando no puedan hacer nada en contra suya.

Alexander Medina tenía más que preparado su plan... lo que no tenía en cuenta era el dicho que del odio al amor hay un paso, y él sin dudarlo va en zancadas hacia la heredera del apellido que tanto le grabaron.