Marcos Ginocchio no esperaba encontrarse algo más que un amigo en la casa de Gran Hermano. Agustín Guardis, un muchacho extrovertido y carismático, llega para dar vuelta el mundo de Marcos y cuestionar todas sus creencias y pensamientos. Una tarde lluviosa impulsa a ambos a disfrutar de su compañía y algo más. Entre ellos las miradas valen más que mil palabras. "No te preocupes Marquitos, todo va a estar bien, confiá en mi." Una historia que expresa el caos mental que sienten ambos muchachos ante su extraña "amistad".