¿Dónde quedaron nuestras lágrimas?

El Cataclismo, mi centenario letargo, los recuerdos borrados y seres queridos perdidos, ¿fue lo peor en mi vida? Lo creí así, hasta que desapareciste como agua entre mis dedos en la oscuridad del barranco, y aquella entidad me impidió irme contigo. ¿El destino me guía a otra misión? No, es mi corazón el que me llevará a tus brazos millones de veces más, aunque me cueste la vida.