La Luna es una buena compañera.
En el día acompaña al Sol, mantiene su lugar firme, con imponentes limites y no deja de ser - aun con la exuberante luz del día- , increíblemente maravillosa.
Por las noches, el Sol se resguarda en su propia naturaleza, brindando al mundo un espectáculo lleno de color y mucho éxtasis visual. El, aun en su supremacía y el lugar individual que representa, le permite a la Luna expresarse genuina mente y brillar con plena autoridad y total autonomía. Así cómo solo ella lo sabe hacer.
Porque si la oscuridad es ausencia de luz, la luna siempre será una buena compañera. Mantiene su lugar con firmeza y dignidad, entiende su valor, acompaña al Sol y a los caminos oscuros.
Hay personas que son como la Luna, de extraordinaria belleza y magnifica gallardía.
Curly Queen / Bett de los Ángeles