Las casualidades solían ser una desgracia para Jayden, pero su forma de pensar cambió por completo. Ella se convirtió en el tesoro más valioso que no cambiaría por nada del mundo. Anteriormente, solía ser un chico solitario; su forma de escapar de su realidad no era del todo correcta y era consciente de eso. Todo cambió cuando, por accidente, se encontró con aquella vampira que no saldría de sus pensamientos. Con el tiempo, por casualidad del destino, se volvieron a encontrar. Poco a poco fueron formando lazos, hasta el punto de ser inseparables, disfrutando de sus aventuras, como si se tratase de dos niños desobedientes. Se sumergían en sus propios mundos, olvidando por completo la realidad que los rodeaba. Tendrán que enfrentar la fuerte realidad cuando ambos descubren el sentimiento que comenzaba a envolverlos: la negación y la culpa se irán apoderando de sus mentes. Arrepentimientos y conflictos tendrán presencia en su nueva etapa, una unión que nunca debió pasar cobrará facturas para la vampira. El mundo vampírico no era algo que se debía tomar a la ligera, mucho menos las normas y reglas establecidas en ese mundo. Jayden, el chico que alguna vez vio con ojos de amor y le brindó la lealtad más dulce, la llevó a una perdición que posiblemente nunca superaría.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.