NUNCA LE DIGAS A UNA MUJER QUE NO ES LO BASTANTE VALIENTE.
Maxine Sagal llevaba una vida sencilla sin proyecciones de futuro: vivía en Los Ángeles con su prometido, Dylan Bradbury, uno de los herederos de la famosa multinacional tecnológica de Nueva York, y dedicaba sus días a las tareas domésticas de un ama de casa. Es lo que habría seguido haciendo si no hubiera descubierto que su pareja andaba interesada en prácticas sexuales turbias.
Cuando Maxine entienda que Dylan no la considera apta para atender sus necesidades y vea que empieza a alejarse de ella para no tener que afrontar su vergüenza, tomará la decisión de prepararse, incluso si para esto debe internarse en el intimidatorio mundo del sadomasoquismo, el bondage y los intercambios sexuales. En la isla tailandesa de Koh Phangan, donde se celebra el encuentro anual de amos y sumisos, Maxine se iniciará con la ayuda de un hombre misterioso e irresistible que le abrirá los ojos al lado más pecaminoso del sexo y que, sobre todo, le demostrará que nada es lo que parece.