A principios de la época victoriana en Rumania, en el año de 1838, el conde Lecter se va a retirar de su cargo, para ello, tiene que ceder al puesto Hannibal Lecter Sforza, el único inconveniente, es que, deberá comprometerse con la bella doncella Alana Carmilla Bloom- Lahmia, quien, a su vez, es la hija del mejor amigo de su padre, el conde Lahmia.
Hannibal no quiere verse obligado a ceder a aquel puesto tan importante, pues, ama en secreto a Will Graham, un joven mortal que trabaja para servirle a su padre.
Hannibal al principio de su llegada, no cruzaba tantas palabras con Will, solo simples miradas que perduraban por un momento y luego se quedaban impregnadas en la fragancia del olvido, simplemente dialogaban a cerca de las labores en el trabajo.
Hannibal daría todo aquello que tiene por tenerlo entre sus brazos, decirle todas las veces en las que ha pensado en él, mientras mira la belleza de la luna y la caricia que lo acompaña en aquellas noches, donde la soledad lo viste y lo abraza, dándole su amor y compañía, para que el viento no lo pinte con la más grande melancolía.
Una noche, Hannibal tocaría una pieza importante para los mortales, en el teatro Levbre III, una vez el concierto llega a su fin, Hannibal decide ir a dar una caminata nocturna, sin embargo, el sonido de unos pasos lo detiene, desde entonces, se forma un vínculo importante de amistad entre Will y él, dando paso a un ósculo desenfrenado de amor a ciegas que callan sus miradas.
Hannibal detestaba tener que sonreír, más si eran sonrisas cargadas de falsedad, y no sinceras, un factor que a él no le gustaba, era la mentira, y en esos instantes, estaba siendo un mentiroso, pero no por él, sino por su padre.
Derramaría sangre y constantes luchas, únicamente para que sus ojos lo miraran de la misma forma, en la que los ojos de Hannibal lo miraban a él.
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Ella es una Cullen y él un Volturi. Los Volturi son reconocidos por ser un clan no sólo que respeta las reglas, también son sádicos y correctos. Sin ningún tipo de respeto por algún ser vivo. Los Cullen no tienen interés de relacionarse con ellos, hasta que problema en su propio aquelarre los llevan a encontrarse con los Reyes del mundo vampírico.
Darcy y Alec resultan ser destinados y para ambos clanes podría ser caótico y poco conveniente.