Este libro pretende servirle como vía de escape de su propia y fehaciente realidad. Como un pequeño lugar en el que acurrucarse, cerrar la puerta y apagar la luz cuando la vida misma no nos parece del todo apetecible.
En él encontrará todo tipo de historias cortas que, más allá de resolver sus demonios internos, le darán forma a sus emociones. Tal vez, incluso, algo de sentido.
Pues si en algún momento el dolor se toma algún privilegio y se cuela por su ventana, y al ser su paso inevitable, no puedo prometerle que su impacto será menor. Ni que la punzada en el pecho será menos punzante. Pero le estaré esperando, cuando eso suceda, para leerle algún cuento
y colocarle
una tirita
a su corazón
(roto).