Todos los derechos a su autor, esto es solo una adaptación. No estaba acostumbrada a oír la palabra «no». No estaba acostumbrada a tener una contrincante que tuviera la misma seguridad que yo, la misma inteligencia. No estaba acostumbrada a que otra persona tomara el control de la situación. Yo siempre estaba al mando. Su frialdad sólo lograba excitarme más. Su indiferencia sólo despertaba más interés en mí. A medida que ha demostrado ser la emprendedora de mayor talento de esta ciudad, se ha ganado mi respeto, algo difícil de lograr. Y después se ha apoderado de mi obsesión.