Si las personas fueran carreteras

El amor era un problema.
El amor requiere tiempo, disposición, ganas y... dos personas. Todo eso necesitabas para tener una relación, como mínimo. Así que el amor no era una opción, al menos no para Apricity Harbinson. Ser la CEO de una de las revistas más reconocidas del mundo y lidiar con los revoltijos de la prensa no le dejaba mucho espacio para conocer a alguien; hasta Diana se quejaba de ello.

Pero luego una larga lista de cosas pasan: San Valentín, un baile improvisado y... Herschel Talbott.

Una extraña coincidencia puede dejar un camino de dudas y respuestas sobre sí mismos, sobre quienes quieren ser y sobre la carretera de sus vidas, la cual parece más pronta a colisionar que de alejarse.