Es sorprendente lo frágil que puede ser el ser humano. Como unas palabras pueden destrozarlo. ¨Adiós¨. O como unas pueden hacerlo sonreír. ¨Hola¨. O como esas mismas palabras pueden no significar nada, y tal vez nunca hacerlo. Lo cual es una pena, ya que esas dos palabras, pueden ser comienzo de algo tan hermoso, tanto como el comienzo de algo tan terrible.