El bullying, los complejos, los defectos, la falta de amor propio, los problemas del día a día y hasta condiciones de salud pueden hacernos pensar que valemos menos, que somo perdedores... Que nos lo esten repitiendo constantemente... Tal vez no ayude. Pero, la pregunta radica en: ¿Realmente somos perdedores? ¿Cómo poder lidiar con esto? ¿cómo superarnos?