Algunas estaban ahí instaladas y no recuerdo como era antes. Otras las fui descubriendo en la terapia y no puedo decir que no me asustan. Pero si que las encuentro curiosas y hasta, como dice mas arriba, fascinantes. Algunos mundos he descubierto en mi vida, unos los sigo frecuentando, otros ya ni se en que dirección quedan. Pero nunca había visto tantos en un periodo de tiempo tan pequeño... Y peor aún, en ninguno de ellos yo hacía falta. En todos me vi como poco más que una expectadora razón por la que podía morir causando el menor revuelo posible.