El deseo siempre ha existido dentro de nosotros,
¿Pero qué pasaría si el diablo encarnado nos condujera a su pequeño y humilde morada? ¿Qué tal si no es todo como nos lo pintan?
¿Por qué todo tiene que ser así?
¿Por qué él tiene que ser lo que es?
¿Acaso sólo si nuestras alas son del mismo color podré estar con él?
Pues me niego...