Hace tiempo que aprendí a escribir solo para mí, a dejarme llevar en cada momento y disfrutar cada segundo. En todo este tiempo he aprendido que nadie debe salvarte, porque los mismos brazos que hoy te arropan mañana te arrojan al vacío. Dije que no iba a haber ninguna más y aunque casi se me va la vida en ello, así fue.
Hoy confío en los brazos pequeñitos que me arropan cada vez que vuelvo a casa, en la ilusión reflejada en los ojos de una niña pequeña, en quien te escucha después de un día intenso y te arropa hasta el amanecer, confío en quien baila conmigo en la intimidad haciéndome sentir la persona más ridícula y feliz del mundo.
Ahora soy la mejor versión de mi, llevaba tanto tiempo soñando con este momento que aun no consigo asimilar que sea real, en la ciudad donde siempre se me encogía el corazón, viviendo la vida que elegí, con la persona que siempre había soñado. Lo siento si hoy no respondo los mensajes, si no te escribo o si me olvido de hacer esa llamada que prometí hacer, lo siento si voy y vengo como quiero pero hace tiempo que decidí ser feliz.
Y a ti, que eres la única persona en el mundo que sabe cuantos lunares tiene mi espalda, gracias por dejarte llevar, por estar tan jodidamente loco y que tu respuesta a escaparnos siempre sea un "Si" , llevaba toda mi vida soñando contigo y al final, te encontré donde siempre me llevaba el corazón. Lo siento por ponértelo tan difícil, nunca nadie fue tan valiente..
Una ola no se comparte con cualquiera, disfruta del privilegio de llevarte la mejor versión de mi.
Posdata: Me debes un baile.