Will aún no podría procesar del todo lo que estaba pasando, lo único que podía recordar con claridad era que, Mike había bebido un poco en esa fiesta, y ahora estaba sobre las piernas de su chico besándolo como si su vida dependiera de ello. Mike pensó que ese verano no podría ser mejor, tenía en sus brazos al chico que había amado desde que era un niño, que más podría pedir. Y aunque por muy estupido que sonara, todo había comenzado por una carta, una dichosa carta que hizo que los corazones tontos y enamorados de Will Byers y Mike Wheeler se llamarán con más fuerza cada día que pasaban juntos.