Muy pocos podían decir que poseían un ángel de la guarda, aunque desde el punto de vista de Caspian él podría catalogarse de tantas formas menos un ser celestial. Para él, Elinor representaba todo lo que alguna vez ansió, podría verla crecer hasta el último de sus días. La joven ajena a lo que sucedía a su alrededor descubrirá la presencia de Caspian y no podrá evitar involucrarse en el mundo vampírico, aunque los planes del inmortal sean otros.