A pesar de que yo deseaba irme de Coral Park, no podía. Ese suceso vivía por nosotros. Vivía por mí. Un misterio que podría ser descubierto en este mismo momento, o que no podría ser resuelto nunca. Me atormentaba. Durante las noches, no me dejaba dormir la posibilidad de que si me encontraban culpable, mi vida terminaría. Y lo peor, era lo único que sabía al respecto, era que yo no lo había hecho.