En un lugar de los sueños se hayan los dueños. Dulce partida, como amarga verdad. Eso es lo que Elrond piensa en breves ocasiones. La prematura despedida entre él y Celebrían le trajo una tormenta en su corazón, mientras guarda silencio hasta que un sueño lo hace liberarse de ese dolor. El corazón es el dueño del destino, eso es algo innegable. Y ese amor se construyó en una familia, aunque falte un miembro de esta. 》Los personajes no me pertenecen, son de J. R. R. Tolkien.